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domingo, 4 de octubre de 2009

LA PICINA SU USO

INTRODUCION

Cada año las altas temperaturas provocan que millones de personas acudan a las piscinas para tratar de combatir el calor y deleitarse con los beneficios que ofrecen. Toalla, chanclas, gafas de sol, flotadores,... todos, elementos indispensables para disfrutar de este gran placer, pero no siempre se hace un correcto uso de ellos. Así pues si no se cuida la higiene personal y el estado del agua, este hábito tan saludable podría dejar de serlo y convertirse en causa de infecciones propias sin importar las estaciones del año, como son la conjuntivitis y la otitis.

LA PICINA
Una piscina es una construcción destinada a retener agua y poder practicar el baño o la natación, en lugares donde no existan condiciones naturales propicias para ello.
La palabra piscina viene del latín y originalmente se utilizaba para designar pozos para peces de agua dulce o salada. También se utilizó para designar los depósitos de agua conectados a los acueductos.

Los primeros cristianos utilizaron la palabra piscina para designar la pila bautismal. En algunos países, particularmente México, se utiliza la palabra alberca, de origen árabe, en vez de piscina. En otros, como Argentina y Uruguay, se la denomina pileta.

El tratamiento físico de una piscina
¿QUE ES?
El tratamiento físico de una piscina, es principalmente el medio de eliminar del agua todas aquellas impurezas que normalmente son aportadas por el viento o los bañistas, y en ocasiones procedentes de su aparición “espontánea” en el agua. Nos referimos en general a retirar todas aquellas partículas como polvo, restos vegetales, cabellos, células muertas de la piel, productos cosméticos varios, etc.

La importancia del tratamiento físico viene dada en que, si no se hace o se hace mal, la piscina tendrá serios problemas de equilibrio de calidad, y el agua se estropeará rápidamente.
Aunque una parte de la materia que entra en la piscina es inorgánica o inerte, biológicamente hablando, la gran mayoría no lo es, por lo que debe ser retirada de la piscina lo más rápido y eficazmente posible.

Hemos de entender que el problema de contaminación por vía "física" es inevitable y acumulativo desde el momento que el agua se vierte en la piscina. Cada día, con o sin uso, la piscina se verá aportada de materia ajena transportada por el propio aire, insectos, aves, y sobre todo las personas. Llegados a un punto de saturación, se llega también a un punto de no-retorno, en el cual la piscina se torna crítica, siendo necesario a veces vaciarla.

Para poder realizar ello, se requiere de un método, que sea económico, fácil de mantener y ciertamente eficaz, tanto en las condiciones más favorables como las producidas cuando la piscina se emplea poco, como cuando ocurren las más adversas, con la piscina a pleno funcionamiento. El método que se aplica en la actualidad como principal sistema de tratamiento Físico es por filtración.

Medidas higiénicas
Un error bastante común es creer que cuanto mayor sea el nivel de cloro, más limpia está el agua, cuando en realidad, una cantidad superior a la exigida puede repercutir en la salud de la piel y los ojos sin actuar contra las bacterias y los gérmenes. Siempre que vayas a bañarte en una piscina, y más si se trata de una de uso público, recuerda que debes cumplir una serie de medidas higiénicas para prevenir infecciones:
 No entres en la zona de baño con calzado o ropa de calle.
 Dúchate antes y después del baño para eliminar gérmenes y partículas.
 Si eres una persona con mucosas excesivamente sensibles deberás, además protegerte con gafas y tapones de oídos. Evita, en lo posible, la inmersión de la cabeza.
 No tragues agua de la piscina.
 Usa zapatillas de baño o playeras cuando utilices las duchas de los aseos o vestuarios.
 No debes bañarte nunca si padeces algún tipo de enfermedad infecto-contagiosa.
 Utiliza toallas distintas para el descanso en el césped y para el aseo personal.

Contaminantes
 Bacterias: causantes de enfermedades como las rinitis, otitis, conjuntivitis o gastroenteritis. Durante el baño, parte de la flora microbiana de las mucosas de una persona puede pasar al agua y de ahí a otra persona. A pesar de que esta flora no afectará a alguien sano, sí resulta peligrosa para alguien que tenga las defensas debilitadas.
 Virus: microorganismos resistentes al cloro en las dosis empleadas.
 Hongos: no se relacionan directamente con el agua, pero sí se encuentran en las zonas húmedas, (como vestuarios) donde se debe extremar la higiene y el empleo de calzado específico (chanclas).

El cloro
El principal agente desinfectante del agua es el cloro. El nivel se sitúa entre los 0,4 y los 1,2 miligramos por litro. Esta cantidad dependerá de la temperatura del agua, la extensión de la piscina, la presencia de rayos solares y la introducción de otras sustancias químicas en el agua.

El cloro elimina muchos gérmenes, pero no de inmediato. Algunos son resistentes al cloro y pueden vivir durante días en el agua de una piscina. Debes tenerlo en cuenta para evitar problemas de piel y ojos.

Tipos
Hay tres tipos de cloro para utilizar en el mantenimiento de una piscina, pero hay que tener en cuenta cuál es la cantidad adecuada, para evitar los problemas de salud.
 Si el cloro es granulado, debes echar 60 gramos por 20 m3.
 Si empleas cloro en tabletas, 1 tableta de 200 gramos por 20 m3.
 Si utilizas cloro líquido, la dosis no debe exceder de un litro por 20 m3.

Conjuntivitis
El agua de las piscinas es irritante para los ojos y puede ser vehículo de transmisión de infecciones oculares. Adquiridas en piscinas, de agua contaminada o en condiciones que no son todo lo óptimas que debieran, y durante la exposición al sol sin protección, el riesgo de padecer alguna aumenta en el periodo estival. La protección ante los rayos UVA y la contaminación son las mejores armas para prevenir lesiones oculares.

Otitis
El verano eleva los casos de otitis externas, o inflamación del oído, en un 50% debido a la humedad y aguas contaminadas. La otitis externa (también conocida como otitis del nadador) sobreviene cuando el oído entra en contacto con los hongos y bacterias que invaden las aguas contaminadas. La humedad en el oído tras una baño prolongado (a los niños les encanta chapotear en el agua) o con inmersión de la cabeza, y el calor hacen del verano la época propicia para la otitis externa, hasta el punto de que algunos expertos la consideran exclusiva de la época estival. Después del chapuzón seca el oído con el pico de una toalla o una gasa y evita el uso de bastoncillos para secar su zona interna.

Recomendaciones básicas sobre seguridad e higiene en piscinas de uso colectivo
Se deberán usar zapatillas de baño o playeras, cuando se utilicen las duchas de los aseos o vestuarios. Conviene utilizar toallas distintas para el descanso en el césped y para el aseo personal.Con la llegada del verano y dado el clima de nuestra zona es muy frecuente que acudamos a piscinas de uso colectivo para darnos un chapuzón.

Si usted es usuario de una piscina de uso colectivo debe saber que en todo momento deberá seguir las instrucciones de los socorristas y cumplir las normas del Reglamento de Régimen Interno, que estará expuesto públicamente, en lugares visibles, tanto a la entrada de la piscina, como en su interior y que contendrá, como mínimo, según establece la normativa, las siguientes prescripciones:

1. En primer lugar, está prohibida la entrada al recinto de personas calzadas o en ropa de calle. Conviene utilizar unas chanclas playeras, ya que muchos de los hongos y herpes contraídos en los pies suelen venir por ir descalzos sobre el suelo sucio.

2. Hay que ducharse antes del baño para no introducir en el agua elementos contaminantes, y después del baño, para evitar la sequedad de la piel y mucosas. Se deberán usar zapatillas de baño o playeras, cuando se utilicen las duchas de los aseos o vestuarios. Conviene utilizar toallas distintas para el descanso en el césped y para el aseo personal. Las personas que padezcan alguna enfermedad infectocontagiosa deberán evitar el uso de las piscinas.

3. Se prohíbe el paso de animales, con excepción de los perros guías utilizados por personas con disfunciones visuales.

4. En piscinas cubiertas se deberá utilizar gorro de baño.

Además de estas recomendaciones, es aconsejable tener en cuenta:
 Se debe controlar estrictamente el aforo.
 Para evitar caídas o resbalones no está permitido correr alrededor de la piscina.

 Los mareos y cortes de digestión son relativamente frecuentes en las piscinas, por lo que es conveniente esperar un tiempo después de comer y no cometer imprudencias que pudieran poner en peligro nuestra salud (un baño frío repentino después de un ejercicio violento o después de un acaloramiento).

 No es conveniente la exposición al sol más de lo debido. En todo caso, se ha de utilizar una buena protección solar.
 Si va acompañado de niños, présteles atención para evitar riesgos.
 En cuanto a la higiene del recinto, tenga en cuenta que la piscina y su agua, los aseos, vestuarios y el resto de las instalaciones deben estar en perfectas condiciones higiénico-sanitarias. Los vestuarios y aseos deben limpiarse al menos una vez al día y disponer de papel higiénico, toallas mono uso y dosificador de jabón, además de estar bien ventilados y ser de material impermeable, liso y no resbaladizo, con paredes y suelos redondeados que permitan un completo y fácil lavado.

 También es conveniente guardar a buen recaudo los productos empleados para la limpieza y desinfección de las instalaciones (cloro, algicidas y detergentes) ya que muchas veces éstos son los causantes de intoxicaciones por inhalación de sus vapores, ingestión accidental o de irritaciones por contacto (dermatitis, conjuntivitis...).

 Una buena guía acerca de la limpieza del agua se obtiene a través de la simple observación. La transparencia indica 'luz verde' para el baño, pero si está turbia (como suele suceder al final de la jornada) no es aconsejable meterse porque hay exceso de restos orgánicos.Reglamento para el uso de la piscina

USO DE LA PISCINA
 Antes de entrar a la piscina visualice los elementos salvavidas.
 Toda persona debe hacer uso de la lava pies antes de ingresar a la piscina.
 Es indispensable el uso del gorro.
 No se permite el uso de bronceadores, cremas y cosméticos.
 No ingrese joyas ni accesorios que puedan causar lesiones.
 Existirá una persona capacitada profesionalmente para desempeñar las funciones de supervisor, quien prestará sus servicios de manera permanente durante el mismo horario en que se encuentre abierta la piscina a los usuarios.

SEGURIDAD E HIGIENE EN LA PISCINA
Los principales riesgos son los traumatismos, ahogamientos y transmisión de infecciones
Hay que reconocer que uno de los lugares de esparcimiento más solicitados y por tanto más concurridos en verano son las piscinas, pero su uso inadecuado puede presentar importantes riesgos para la salud. Algunos de dichos riesgos se derivan del diseño inadecuado de las instalaciones, lo que inevitablemente conlleva accidentes, ya sea por lesiones traumáticas o por inmersión; y otros son fruto de la deficiente calidad del agua y del estado higiénico-sanitario de las instalaciones, lo cual desemboca en infecciones.

Los accidentes en las piscinas por ahogamiento o traumatismos más o menos graves es un tema preocupante, que por mayor seguridad deben tener muy en cuenta los responsables de las piscinas y las autoridades sanitarias. No obstante, y sobre todo si hay niños de por medio, conviene siempre observar si hay socorristas, señalizaciones, salvavidas, pavimentos antideslizantes, desagües protegidos, botiquín, etc.

En cualquier caso, el titular de la piscina tiene que elaborar las normas de régimen interno de acuerdo con las características de la instalación. Y en este punto, los usuarios tienen la responsabilidad cívica de respetar esas normas y evitar acciones como tirar objetos cortantes, empujar al agua a personas desprevenidas, no respetar un tiempo suficiente desde la última comida, zambullirse después de haber tomado el sol durante mucho rato, no vigilar a los niños, etc.
Infecciones

La presencia de microorganismos patógenos en el agua de la piscina y en otros elementos anexos puede originar la transmisión de determinadas infecciones a los usuarios.
Según la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, los procesos más frecuentemente relacionados con el uso de piscinas son las infecciones dérmicas, de mucosas y gástricas. Entre las dérmicas las más frecuentes son las infecciones por hongos, causantes de enfermedades como el pie de atleta, y estafilococos que son origen de forúnculos. En mucosas, las infecciones se localizan en la rinofaringe, ojos y oídos, provocando rinitis, conjuntivitis y otitis. La infección gástrica más habitual causada por los gérmenes que se encuentran en el agua de las piscinas es la gastroenteritis.

Asimismo, los residuos químicos en el agua de la piscina, procedentes principalmente de los desinfectantes como el cloro, pueden provocar irritaciones de piel y mucosas, especialmente de ojos. Por esta razón es importante mantener el nivel adecuado de desinfectante.
También, hay que destacar que en los hoteles debe existir un manual como por ejemplo:
Reglamento sanitario de las piscinas de los establecimientos de alojamientos turísticos y de los de uso colectivo en general Ámbito de aplicación

El presente Reglamento tiene por objeto establecer las normas que regulan las condiciones higiénico- sanitario de las piscinas de los establecimientos de alojamientos turísticos y de las de uso colectivo, en general, sus instalaciones y servicios anexos, la calidad sanitaria del agua y de su tratamiento, su aforo, el comportamiento de los usuarios, el régimen de autorizaciones, la inspección y vigilancia sanitaria, así como el régimen sancionador aplicable en los supuestos de incumplimiento de las prescripciones en él contenidas.
El ámbito de aplicaciones del presente Reglamento lo constituyen todas las piscinas de los establecimientos de alojamientos turísticos y de uso colectivo, en general.

Quedan excluidas de la aplicación del presente Reglamento: a) Las piscinas de uso exclusivamente familiar o de comunidades de vecinos. b) Las instalaciones de uso exclusivo para baños terapéuticos o termales, que se regirán por lo que disponga su legislación específica.

A los efectos del presente Reglamento se entenderán como piscinas de uso colectivo, en general, aquellas que puedan ser utilizadas por el público en general, ya sea de forma gratuita o mediante precio u otro tipo o sistema de colaboración económica o como actividad complementaria de establecimientos o instalaciones cuya actividad principal sea otra, tales como restauración, recreo o similares.

Son piscinas de establecimientos de alojamientos turísticos aquellas que se encuentran incluidas en las instalaciones de los citados establecimientos.
Se entenderán por «piscina» el conjunto de instalaciones utilizadas por los bañistas, que comprenden:
a) «Zona de baños» destinada al baño o la natación con su vaso o vasos de agua.

b) El andén, playa o zona ajardinada circundante deberá tener un mínimo de dos metros de anchura alrededor del entorno de la zona de baños o del vaso y una pendiente mínima del 2% hacia el exterior del vaso. No obstante ello, podrán instalarse en el borde de la piscina elementos ornamentales o de otro tipo siempre que los mismos no superen el veinte por ciento del perímetro de la piscina, no pudiendo sobrepasar cada uno de los elementos una dimensión superior a ocho metros.

c) Los servicios e instalaciones necesarios para garantizar el funcionamiento del conjunto.

Las características de las instalaciones han de tener por objeto, fundamentalmente, evitar cualquier riesgo sanitario y prevenir accidente en el interior de la piscina.